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Desembocadura de la rambla, en Bolnuevo.
Las Moreras: una rambla viva

Las Moreras: una rambla viva

Mazarrón ·

La rambla de Las Moreras resiste: a la presión urbanística, a los invernaderos, a los camiones que van y vienen cargados de grava, a la sequía...

Miguel Ángel Ruiz

Mazarrón

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Jueves, 14 de diciembre 2017, 12:12

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Entre la colonia permanente de la rambla y las especies migratorias que hacen un alto camino de África podemos echarnos al catalejo, entre otros, ejemplares de garza real, polla de agua, avoceta, cigüeñuela, porrón, pato cuchara, aguilucho lagunero y, si tenemos mucha suerte, el raro críalo.

Esta excursión es más sencilla que el mecanismo de un botijo: basta con plantarse en la desembocadura de la rambla –playa de Bolnuevo– y remontarla por el propio cauce o bien por caminos laterales cuando las charcas o las masas de taray nos impidan avanzar.

El cauce, abrigado por la Sierra de las Moreras, una de las charcas y arbustos en flor.
Imagen principal - El cauce, abrigado por la Sierra de las Moreras, una de las charcas y arbustos en flor.
Imagen secundaria 1 - El cauce, abrigado por la Sierra de las Moreras, una de las charcas y arbustos en flor.
Imagen secundaria 2 - El cauce, abrigado por la Sierra de las Moreras, una de las charcas y arbustos en flor.

Comenzamos a andar por un camino, en el margen derecho, sin hacer caso a una barrera que seguramente estará levantada. Como el entorno acompaña poco –invernaderos a un lado, una cantera al otro–, lo mejor es caminar por el cauce cuanto podamos para aislarnos al máximo dentro de la vegetación.

En algo más de un kilómetro alcanzamos las primeras charcas. Aviso a escrupulosos: a cada paso que damos, la vida vibra entre los matorrales, las anátidas emiten sonidos ensordecedores, se arrojan al agua sapos y culebras y las libélulas nos sobrevuelan. Lo normal en un espacio natural de aguas estancadas.

Una garza 'aterriza' en el humedal.
Una garza 'aterriza' en el humedal.

A partir de aquí hay que cambiarse al margen izquierdo durante unos cientos de metros en los que la rambla está vallada, aunque accesible, en la zona de las charcas más grandes. Una carretera asfaltada nos lleva de nuevo a la derecha, junto a la depuradora.

A partir de aquí podemos continuar por el cauce de la rambla, seco en este tramo, donde sorprenderemos a liebres encamadas que saltarán a nuestros pies antes de que nos demos cuenta. En tres horas, ida y vuelta, podemos conocer lo más interesante de este entorno. Si tenemos tiempo y ganas, la rambla nos lleva hasta el humedal del Saladillo. Pero esa es otra excursión.

La excursión

  • Dónde: Rambla de Las Moreras (Mazarrón).

  • Dificultad: Baja.

  • Cómo llegar: Desde Mazarrón hasta Bolnuevo, por cualquiera de las dos circunvalaciones que llevan a Puerto de Mazarrón. La ruta se inicia en la desembocadura de la rambla.

  • Cartografía: Mapa 976 de Mazarrón I.G.N. 1: 50.000.

  • Cobertura de móvil: Buena.

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